Foto | EFE | LA PATRIA El hecho de que cesen los cortes "no quiere decir que no estemos en crisis", afirmó el ministro al remarcar que la mejora en la producción de energía se debe, fundamentalmente, a las intensas lluvias en la provincia andina de Azuay.
El Gobierno de Ecuador anunció este domingo la suspensión durante la próxima semana de los apagones programados que había fijado desde mediados de abril, gracias a la mejora en los caudales de los ríos que alimentan a las principales plantas hidroeléctricas del país, afectadas por la sequía.
Esa decisión se suma a la suspensión de los cortes de energía desde el pasado miércoles que se extendió durante el puente festivo de tres días (viernes a domingo) por el Día del Trabajador.
El ministro de Energía en funciones, Roberto Luque, indicó en una rueda de prensa que no se programarán nuevos racionamientos de energía entre el lunes y domingo de la próxima semana, aunque dijo que ello no supone que se haya superado la crisis energética.
El hecho de que cesen los cortes "no quiere decir que no estemos en crisis", afirmó el ministro al remarcar que la mejora en la producción de energía se debe, fundamentalmente, a las intensas lluvias en la provincia andina de Azuay, en el sur del país, donde se asienta un importante complejo de plantas hidroeléctricas como Mazar, Paute y Sopladora.
También destacó la importancia de un procedimiento de estimulación de lluvias en la zona del complejo, la recuperación de varias unidades de generación térmoeléctrica -que usan gas licuado de petróleo o diesel- y la reanudación de las compras de energía a Colombia.
"La alta precipitación de lluvias en Azuay ha mejorado el caudal en Mazar y hemos observado el impacto positivo de la compra de energía a Colombia que, sumando a la incorporación al sistema de generación nacional de 156 megavatios adicionales provenientes del mantenimiento del parque térmico, nos permite indicar que esta semana no habrá cortes", reiteró Luque.
No obstante, indicó que el aumento de las lluvias y los caudales de los ríos en un zona del norte de la Amazonía, donde se asienta la mayor central hidroeléctrica, Coca-Codo-Sinclaire, también ha generado un incremento de sedimentos que ponen en riesgo su funcionamiento.
Recordó que la crisis energética que agobia al país lleva ya diez años y dijo que han sido anteriores administraciones y gobiernos los que han llevado los problemas a la situación actual por la falta de mantenimiento e inversiones.
Asimismo, indicó que su Gobierno estudia cómo superar la crisis y destacó que se preparan cambios en la normativa interna para que la empresa privada pueda aportar con soluciones, sobre todo en tiempos de dificultades como el actual.
Los apagones programados comenzaron a mediados de abril, cuando el Gobierno anunció periodos de racionamiento de hasta 13 horas en algunos lugares, con un promedio de ocho horas a escala nacional en distintas ciudades y zonas según factores de consumo.
El Ministerio de Energía ha explicado que cada hora de racionamiento eléctrico en el país genera pérdidas por unos 12 millones de dólares.