Luis Orejuela fue hasta la última raya cruzó la pelota, envió el centro y Daniel Torres marcó primero de los dos goles con los cuales el Medellín le empató 2-2 al Once Caldas el domingo pasado en el Palogrande.

La acción de Orejuela dejó muchas dudas. No se supo si la pelota salió o no del campo. El equipo arbitral liderado por Carlos Betancur (central) y Fernando Acuña (el VAR) tomó la decisión con base en las herramientas que posee hoy para juzgar los partidos de la Liga.

Algo similar ocurrió el 4 de agosto pasado en el partido que Águilas Doradas le ganó 2-1 al Once Caldas en el estadio Alberto Grisales. Hubo una acción ofensiva en la que todos aseguraron que la pelota había entrado y que era gol para el Blanco. No obstante, Mauricio Mercado, el árbitro central, tampoco tuvo las herramientas para certificar si era válido o no.

Lo anterior puso en evidencia que, más allá de los errores humanos por diferentes factores, los árbitros aún no cuentan con las ayudas necesarias para dar las garantías que todos piden.

A pesar de que en la mayoría de partidos se utilizan 13 cámaras, con las que se hace la transmisión para la televisión comercial y el análisis en el VAR (video asistente), no se tienen las cámaras de línea de gol.

"Estás cámaras, habitualmente, están ubicadas en la parte alta de la tribuna y al frente de la última raya, lo que garantiza la corrección en caso de que haya dudas. Si el balón salió o no del campo, o si entró el arco o no. La única manera que no funciona es que uno o varios jugadores se antepongan a la cámara y no se pueda ver qué pasó", indicó un experto arbitral.

Hay otras opciones, pero son costosas, como el sensor: "La pelota, el arco y el árbitro están conectados mediante un sensor, lo que garantiza si hubo gol o no. Lo tienen los torneos mundiales de FIFA y las ligas más importantes del mundo: Inglaterra, Italia y España".

También existe el ojo de halcón, pero tampoco es accesible por los costos.

Armando Farfán, presidente de la Comisión Nacional Arbitral, reconoce que la ausencia de esas cámaras ha sido un problema: "Hablamos con la Dimayor y nos dijeron que le iban a consultar al proveedor, no solo para la televisión comercial, sino para el VAR. Incluso debemos mejorar el servicio en Pasto, Tunja y Rionegro".

Fernando Jaramillo, presidente de la Dimayor, respondió el pasado viernes que hoy no tienen recursos para instalar ese tipo de cámaras en los estadios: "Nos valen entre $30 millones y $60 millones por partido y es muy costoso, se nos excede en el presupuesto".

En Suramérica, Brasil y Ecuador tienen el servicio de las cámaras de línea de gol. El experto en arbitraje consultado por LA PATRIA dice que sin bien las 13 cámaras con las que se analiza hoy el fútbol colombiano es una buena cifra, es incompleta porque el Once Caldas en dos partidos y en el mismo torneo se sintió afectado por acciones dudosas.

Incluso contó que hay países en los cuales hacen el VAR con 6 o 7 cámaras, algo ineficiente, pero también que hay campeonatos que emplean hasta 18 cámaras para garantizar un mejor resultado: "Las ponen alrededor del arco y eso son garantías".

Farfán, de la Comisión Arbitral, cree que el VAR ha minimizado los errores arbitrales, pero necesitan las herramientas para evitar equivocaciones: "Una cosa se ve en Win y otra cosa vemos nosotros".

Anunció que para las semifinales y finales de la Liga harán públicos los audios de las jugadas discutidas: "Ya llegó el permiso de FIFA y así lo haremos por transparencia".

Por el momento, las jugadas dudosas, como las que denunció el Once Caldas no podrán ser revisadas como debería ser: con las cámaras de línea de gol.

Y los alcanza-pelotas

Álvaro González Alzate, vicepresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, dijo el pasado viernes que en el fútbol profesional colombiano hay que revisar lo que sucede con recogebolas.

"No puede ser que ahora haya este tipo de practicas, antes, cuando dependían de las ligas esto no pasaba. No pueden depender de los clubes locales, deben ser imparciales", indicó González Alzate para referirse al auxiliar del Atlético Huila que tiró el balón al campo para torpedear una acción ofensiva de La Equidad.

Al respecto, Fernando Jaramillo, de la Dimayor, dijo que es un tema para revisar.

Al parecer, hay equipos que orientan por conveniencia la labor de este tipo de auxiliares.