La procesada.

La procesada.

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Una discusión por unos tenis y un reclamo por el apoderamiento de unas rocas de bazuco habrían desencadenado una pelea en la que perdió la vida Juan Gabriel Valencia Zuluaga, alias Capullo, en la madrugada del pasado 15 de mayo.

Por este crimen detuvieron el lunes en San Cayetano, con orden judicial, a una mujer, recicladora de 25 años, apodada Briyith, y llevada a audiencia de control de garantías el martes, por homicidio. La pena partiría de 17 años y 4 meses, pero no aceptó cargos.

La fiscal del caso contó que el crimen fue sobre las 12:35 de la madrugada en las escalas que conducen al sector de Ventiaderos, tramo entre los barrios Camilo Torres y Aranjuez (Ruta 30). Los uniformados del Cuadrante 24 CAI Fátima lo hallaron malherido minutos después, lo llevaron hasta el Hospital de Caldas, donde pereció a las 2:15 a.m. por la gravedad de las heridas en el tórax y al lado izquierdo del corazón, producidas con arma blanca. En cirugía entró en paro cardiorrespiratorio.

"Sabía que debía autodeterminarse, que ese ataque era un delito, por eso se le hace juicio de reproche", le dijo el ente acusador, que pidió enviarla a la cárcel.

Habla Monstruo

En su argumentación citó al testigo alias Monstruo, quien conoce a víctima y señalada desde hace 9 años. Narró que estaba solo en esas escalas y se fue para allá a comprar dosis de bazuco y a consumir.

"Eso por ahí se llama Los Chorros. Mucha gente acude a eso. Me senté y llegó Capullo con el perrito que lo acompañaba y cargando un morral negro. Estaba tomado, pues consumía alcohol puro. Descargó el maletín y puso unos tenis al lado. En esas arribó Briyith y quiso coger los zapatos, Capullo se molestó y empezó a alegarle. Luego le reclamó a ella por unas trabas que se le había quedado. 'Dónde está la mío piroba', le decía", contó.

Al ver la riña, Monstruo decidió irse y empezó a subir las escalas, rumbo al Sector Cinco. Segundos después todo fue silencio. "Pasó un rato y llegó esta pelada con un man, que creo que se llama Billy, de José Restrepo, también consumidor.

Briyith manifestó: 'Ese pirobo de Capullo es que reclamar unas trabas, me tocó atalajarlo y partirlo". Dijo que le tocó chuzarlo con una navaja", agregó el testigo.

La fiscal expresó que el sitio citado por Monstruo coincide con el de lo hechos y que su relato es natural, espontáneo y se hizo bajo juramento. Adicional a eso, a Briyith, una semana después del crimen, la condujeron desde Malabar hacia el Centro Transitorio de Protección, por alteración del orden público. En los calabozos les indicó a los uniformados que el domingo anterior agredió a Capullo, porque él le pegó una patada en el estómago y que el Monstruo fue testigo.

Además, después de eso no la volvieron a ver por el sector.

A la audiencia del martes acudió la madre de la procesada (izquierda), quien se comprometió a cuidarla y vigilarla si le daban la domiciliaria en su casa, en San Sebastián. "Ella sabe que si no se maneja bien, nos pierde a todos", manifestó la señora.

Domiciliaria

El juez de control de garantías decidió otorgarle esa medida domiciliaria, pero con la condición de que la señalada entre en un proceso de desintoxicación y que solo salga de la casa para las citas con tal fin.

"Está metida en un problema grande, es un proceso por homicidio. Colabore con su mamá, confío en usted, en que se va a desintoxicar. Es un campanazo que le da la vida, para que reaccione y viva la existencia de manera diferente", sentenció el juzgador.

 

 

 

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