El operativo se dio en el barrio Villa Pilar de Manizales.

Fotos | Cortesía Ejército | LA PATRIA

El operativo se dio en el barrio Villa Pilar de Manizales.

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LA PATRIA | MANIZALES

Los detenidos

  • Cuatro: Juan Carlos, Francisco, Álvaro y José Darío. Ocurrió en el barrio Villa Pilar, de Manizales, y en varios establecimientos de esta ciudad. Les incautaron $1.000 millones en medicamentos adulterados (unos 8 mil).

"Usaban los inmuebles para el almacenamiento y la comercialización de medicamentos vencidos, deteriorados y adulterados, poniendo en riesgo la vida de los clientes. Se dieron ocho allanamientos", contó el fiscal.

​​​​​​​A todos les dieron domiciliaria por enfermedades, por ser cabeza de hogar, entre otros.

Los delitos

  • Concierto para delinquir.
  • Corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico.
  • Enajenación ilegal de medicamentos.
  • Estímulo al uso ilícito.
  • Ilícita explotación comercial.

¿Cómo dieron con ellos?

  • Una fuente anónima informó sobre la irregularidad. Contó que alguien compraba medicamentos a precios irrisorios.
  • Por ejemplo, uno que costaba en laboratorio en $21 millones 715 mil, se adquiría en $3 millones.
  • "Se ordenaron interceptaciones. Se evidenció cómo le vendían y ahí se notó que era una red muy grande. Unas comunicaciones involucraban a personas de Manizales y de otras ciudades", narró el ente acusador, al hablar de los cuatro señalados de la capital caldense, operación conocida como el Ala Manizales.

Labores, según el ente acusador

  • Francisco (no aceptó cargos) operó del 11 de octubre del 2021 a la fecha.
  • José Darío (no aceptó cargos), desde octubre del 2022.
  • Juan Carlos Giraldo Arango (aceptó cargos), desde el 16 de mayo del 2022.
  • Álvaro Osorio Cardona (aceptó cargos), desde el 3 de diciembre del 2022.
  • Alteraron varios medicamentos, los de alto costo y los que eran entregados a pacientes del Sistema de Seguridad Social (SSS) o etiquetados con la leyenda "uso institucional".
  • Se concertaron con más personas para dividir el trabajo. Recibían en establecimientos comerciales los medicamentos deteriorados, en bolsas, para venderlos. También para adquirir los de los pacientes del SSS para venderlo en el mercado ilegal, sobre todo aquellos para los usuarios de alto costo, con diabetes, cánceres, problemas de coagulación sanguínea, entre otros.

  • "No les importaba la procedencia, ponían dinero para hacerse a ellos y luego conseguían compradores. A veces les llegaban por una empresa de envíos y en ocasiones fueron decomisados por la DIAN. Ese método de transporte está prohibido, pues los medicamentos se exponen a altas temperaturas".
  • En varios establecimientos se comercializaban los productos en diferentes presentaciones, incluso sin caja. Se realizaron pruebas científicas, que indicaron presencia de sustancias prohibidas y otros elementos que difieren de los compuestos relacionados en las etiquetas.

  • A los pacientes de alto costo se referían como parroquianos. Un medicamento de $13 millones lo negociaron en $2 millones y se mandaba por encomienda. Se desconoce la procedencia de esas drogas, pues no pueden ser comercializadas por personas naturales o droguerías, ya que tienen unas condiciones para su conservación y manejo. El mal proceder puede causarle la muerte a quien se le suministre sin las exigencias.
  • Un hospital público de Bogotá les encargaba Losartán. Comercializaban medicamentos con empaques mojados, con sellos reventados. Uno para la hemofilia lo comercializaban sin los tres stickers (en cada aplicación el paciente le debe quitar uno), a $30 mil, teniendo en cuenta que costaba normalmente $992 mil en el 2022.
  • Una paciente de Medellín, con trasplante de órganos, les vendía sus medicamentos a los de esta banda. Terceros hacían lo mismo, pero entregaban el producto sin caja y sin sticker.

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