Fotos| LA PATRIA Óscar Orlando Cardeño Suárez, alias Yeiron, de Salamina, será condenado. Tiene otra sentencia por porte ilegal de armas, a 2 años y 4 meses.

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Óscar Orlando Cardeño Suárez, alias Yeiron, de Salamina, será condenado. Tiene otra sentencia por porte ilegal de armas, a 2 años y 4 meses.

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LA PATRIA | MANIZALES

Ángela Rosa, la mamá de Eduar Alonso Sepúlveda Villán, no pudo contener las lágrimas al recordar a su hijo. Lloró ante el juez penal del circuito de Aguadas, donde se adelantó un juicio por la muerte violenta de su primogénito.

La última vez que supo de él fue el 18 de junio del 2008. Hoy solo conoce que se lo asesinaron, pero no pudo darle cristiana sepultura, pues el cuerpo fue lanzado al río Cauca, a su paso por La Pintada (Antioquia), y nunca lo hallaron.

Por este crimen, la Fiscalía 168 Especializada de Derechos Humanos de Pereira llevó a juicio a Óscar Orlando Cardeño Suárez, alias Yeiron, y con las pruebas recopiladas logró vencerlo en estrados. El Juzgado de Aguadas le dio sentido de fallo condenatorio, la pena se conocerá en el 2024 y podría superar los 37 años.

 

Águilas

Se estableció que víctima y victimario eran compañeros en las Águilas Negras, una banda criminal, conformada por desmovilizados del Cacique Pipintá de la Auc, que se rearmó para operar en La Pintada, Aguadas, Arma y zonas aledañas. El crimen ocurrió en El Planchón, zona que pertenece a Caldas. Eduar Alonso, apodado Pillo en la organización, terminó ajusticiado por orden de cabecillas como la Mona y Samir, al parecer por querer robarles a los dueños de una gasolinera que le pagaban vacuna a la banda.

Fue clave en este proceso la declaración que tiempo atrás dio Miguel, otro exparamilitar, que acompañaba al fallecido en el momento en que los atacaron a balazos en El Planchón, sector 500. El atentado iba solo contra Pillo. El testigo alcanzó a dar una entrevista jurada a los investigadores, el 4 de diciembre del 2014, luego murió atropellado por un vehículo en La Pintada, el 1 de julio del 2016, pero su declaración se introdujo como prueba en el juicio.

Relató que luego de una reunión mandaron a Pillo a una diligencia, él se ofreció a acompañarlo, pero extrañamente varios le dijeron que era mejor que no lo hiciera.

"Simulé que iba a orinar y de una me subí a la moto con Pillo y arrancamos", contó Miguel, en vida. A las 10:30 de la noche de ese 18 de junio, cuando abrieron un broche (puerta de madera y alambre de púas) para pasar, los encendieron a bala. A Pillo lo hirieron, mientras que Miguel alcanzó a correr, se lanzó al río, nadó y se salvó. Posteriormente, le contaron que el atentado era solo para su compañero. El sobreviviente le narró lo ocurrido a la pareja del desaparecido y esta a la vez a Ángela Rosa.

 

Callarlo

Días después, a Miguel lo intentaron asesinar, quizá para callarlo. Le pegaron 20 puñaladas, lo lanzaron al río Cauca, amarrado, pero se hizo el muerto, se desató y buscó ayuda médica. Al parecer fue una represalia por contar quién ultimó a Pillo. Denunció su caso, pero luego le tocó retirar la queja a cambio de que lo dejaran tranquilo.

La madre del occiso viajó desde Puerto Berrío, donde vivía, con el fin de averiguar por su hijo, pero le mandaron a decir que no buscara más, que estaba muerto. La hicieron salir de La Pintada, con amenazas. Posteriormente denunció la pérdida en Aguadas y en Pereira.

Por el estrado judicial de Aguadas pasaron exparamilitares. Uno habló de la orden dada para asesinar a Pillo y cómo ayudó a otro a lanzar el cuerpo al Cauca y a desaparecer la moto. "Si no obedecía, me aplicaban desacato", aclaró. Alias Jhónatan, excomandante del Cacique Pipintá, aprehendido en el 2007, recordó que Yeiron, el asesino de Pillo, fue su escolta en la contraguerrilla Las Cobras. "Supe por ganaderos amigos de esa zona que un grupo se había rearmado. La banda me pidió apoyo, pero me negué", explicó.

Alias Bartolo, otro exintegrante del Cacique, testigo de la defensa, quiso mostrar que alias Jhónatan pretendía involucrar a Yeiron, en ese crimen, pero no aportó muchos datos.

"La prueba lo señala a usted como quién disparó o ayudó a disparar. Eso lo hace coautor responsable de ese homicidio agravado por la inferioridad de la víctima, que fue atacada de forma desprevenida y no tuvo oportunidad de decidir si enfrentaba o eludía el ataque. Alias Bartolo ratificó que usted hacía parte de ese grupo y que pasó de La Merced hacia la zona de La Pintada y Aguadas. No hay duda del delito, de que hubo disparos y de que se desapareció el cuerpo, así no exista una necropsia. Deberá ser condenado y se ordena su aprehensión inmediata", decidió el juez al final del juicio.

Y concluyó: Una familia lleva años buscando el cuerpo de un asesinado. Independiente de su prontuario y de sus antecedentes, se le privó a los familiares de tener información sobre él, encontrarlo y conocer qué le hicieron.

 

Dolor

Las lágrimas de Ángela Rosa retornaron al hacer este relato en el juicio y recordar a Eduar Alonso Sepúlveda Villán (foto), uno de sus cuatro hijos.

"15 días antes de su desaparición vino a la casa y me celebró el Día de la Madre. Luego me llamó y me dijo que iba a retornar desde La Pintada para vivir conmigo y cuidarme. Me quedé esperando, ya van 15 años. Hasta que supe era mototaxista, tenía una DT blanca y azul. Ha sido una vida llena de tristeza, dolor e incertidumbre, hasta ahora que vengo a este juicio y me entero de lo que realmente pasó. Con razón me expresaron que no lo siguiera buscando, que nunca lo iba a encontrar".

 

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