Foto | Cortesía | LA PATRIA
Leandro Aguirre, médico de la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana (Cuba).
Leandro Aguirre es el personaje de moda del barrio Solferino de Manizales. Nació en la comuna Ciudadela del Norte el 3 de diciembre de 1999 y hace siete años viajó a Cuba para cumplir un sueño: ser médico.
Este mes retornó como egresado de la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana (Cuba) al barrio que lo vio crecer.
“Mi sueño de estudiar medicina nació desde que era muy pequeño, me llamaban mucho la atención los programas de televisión que tenían relación con medicina. Desde entonces, siempre que me preguntaban que quería ser de grande, me visualizaba como médico”, relata Leandro.
Las aspiraciones de Leandro ahora son un hecho y un orgullo para su comunidad. “Tenemos un médico egresado con méritos, reconocimientos por su disciplina, compromiso, humanidad y su liderazgo”, expresó a través de Facebook la Fundación Comunitaria Huellas de Vida.
Su núcleo
Leandro es el tercero de cuatro hermanos, hijo de Nubia, ama de casa, y Ancizar, trabajador de oficios varios, quienes, de acuerdo con el joven, le brindaron unidad familiar y un apoyo incondicional.
“Siempre sentí el respaldo constante para llevar a lo más alto mis sueños, sin importar lo grande e inalcanzables que pareciesen”, relata Leandro.
Lo anterior fue un componente clave en la niñez de Leandro, la cual recuerda como una etapa linda, llena del amor de sus padres y la compañía de sus hermanos, quienes lo protegían y cuidaban.
Formación
La antigua escuela Rafael Uribe Uribe, en el barrio Solferino, vio a Leandro escribir sus primeras palabras. También fue el espacio en donde empezó a consolidar los valores de la responsabilidad, el compromiso y la entrega, que serían fundamentales para el desarrollo de su proyecto de vida.
El bachillerato lo cursó en la Institución Educativa San Juan Bautista de La Salle, donde se destacó por su desempeño académico y disciplinario.
Leandro menciona: “Siempre tuve el interés de obtener buenas notas. Recuerdo con gratitud a todos mis maestros, pues con su ingenio y vocación lograron sembrar en mí el deseo de aspirar a una formación profesional”.
Una motivación
Crecer en un barrio estigmatizado fue un impulso que tuvo Leandro Aguirre para luchar por cada meta trazada, pues a pesar de las limitadas oportunidades y condiciones económicas, siempre estuvo vivo el deseo de superarse, no solo por él, sino por su familia.
“Agradezco a la vida haber crecido en el barrio Solferino, pues pude demostrar que más que el entorno, son los deseos de superación y el aprovechamiento de cada oportunidad la manera de lograr lo que queremos”, destaca el joven.
En Solferino se encuentra Huellas de vida, una fundación comunitaria que promueve espacios de esparcimiento para ocupar a los jóvenes en sus tiempos libres y de esta manera alejarlos de las drogas y la delincuencia.
Leandro integró la escuela de fútbol River Park, la cual estaba ligada a la fundación, en donde además de entrenar y aprender sobre fútbol, el entrenador Jimmy les daba reflexiones acerca del entorno. “Nos enseñó a luchar fuerte y constante para alcanzar nuestros sueños”, asegura Aguirre.
Experiencias
Enriquecedor. Es la palabra con la que Leandro describe su tiempo en Cuba, porque además de formarse como médico, tuvo la oportunidad de conocer varias culturas del mundo, ya que por la Escuela Latinoamericana de Medicina pasan estudiantes de alrededor de 90 países.
“Mi memoria siempre estará llena de momentos que viví en aquel país, desde que me bajé del avión y tuve que adaptarme a un nuevo estilo de vida al lado de personas que no conocía, hasta el momento de recibir mi diploma y tener que despedirme de aquellas personas que más que amigos se convirtieron en mi familia durante siete años”, rememora Leandro.
De Leandro Aguirre
“Mi mensaje para los jóvenes que están en busca de sus sueños es que trabajen por ellos, pues más que imaginarse en un futuro lleno de éxitos y frutos hay que trabajar en el presente, aprovechando cada oportunidad que la vida les presente, pues nunca se sabe cuál de ellas será la que defina nuestra vida, que no subestimen el poder de la perseverancia y no teman ajustar su rumbo si es necesario”.
Huellas de Vida
La fundación comunitaria Huellas de Vida expresó públicamente un mensaje para Leandro Aguirre:
“Gracias Leandro por enorgullecer no solo a toda tu familia, sino a un barrio entero que ha decido abrir los caminos del conocimiento para sus jóvenes. Gracias al coordinador de la escuela de fútbol Huracanes, quien en River Park identificó su talento, vocación y formación para perfilarlo digno merecedor de una beca. Gracias al gobierno Cubano por su solidaridad con los pueblos, por abrir sendas al conocimiento y la educación".
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