LA PATRIA | MANIZALES

Juan Manuel Méndez Valencia le dio un giro a su vida en el 2023. Durante el primer semestre del año acudió a la clínica San Juan de Dios, de Manizales, para recibir atención médica de tiempo completo.

La decisión implicó que el joven dejara de asistir a la Institución Educativa Chipre, en donde cursaba el grado once. Los directivos del colegio acordaron hacer acompañamiento y darle un feliz término al año escolar de su estudiante. Junto a sus padres, docentes y personal médico, recibió el pasado martes en las instalaciones de la clínica su título como bachiller académico.

Luis Eduardo Betancur Orozco, psicoorientador del Instituto Chipre, cuenta que desde el 2010 que llegó a la institución les han dado apertura a los estudiantes con necesidades especiales. "El caso de Juan Manuel fue por petición propia. Frente a esa solicitud del compromiso, le di importancia y le solicitamos a la rectora del colegio la graduación de este estudiante en la misma clínica".

El proceso, además, contó con la asistencia de la docente Marleni y la profesional de apoyo Alejandra García, que acompaña a los estudiantes en sus proyectos de vida.

María Gómez Ospina, rectora del Instituto Chipre, expresa que el hecho fue muy importante para el colegio. "Proclamarlo como bachiller de nuestra institución es un logro. Fue muy importante generar las condiciones en las cuales él se encuentra. Que bueno que se haya facilitado ese proceso. Hicimos todo y la clínica nos colaboró".

Iniciativa

El Instituto Chipre ha sido pionero en procesos de inclusión educativa y ha empleado la estrategia pedagógica como medio para canalizar la educación de los estudiantes que se encuentren en situación especial.

Cristina Valencia Salazar es la mamá de Juan Manuel Méndez Valencia. Ella resalta la felicidad que, junto a su familia, vivió durante la graduación. "Fue un logro que sin el acompañamiento del colegio no habría sido posible", agrega la mujer.

Asimismo, extiende su agradecimiento a la rectora María, a los docentes y a la trabajadora social Ángela Ortiz, quien también estuvo en el proceso.

"Es el colegio en el que mi hijo estudió todo el bachillerato, doy gracias por el apoyo que brindaron para que se graduara en la clínica San Juan de Dios. Y gracias al centro médico, ya que mi hijo se encuentra en rehabilitación allá", añade Cristina.

Por su parte, Luis Eduardo Betancur se siente orgulloso de apoyar el proceso educativo que algunos padres de familia han puesto en sus manos. Argumenta: "Es una gran tarea que debe ser articulada a los procesos académicos para que el proyecto de vida de ellos tenga una retribución. Trabajar en conjunto es muy positivo para poder atender a las demandas del mundo social, laboral, académico y familiar de la población con condiciones especiales".