Foto | Informador de Occidente | LA PATRIA
El proyecto “Agroindustria en la Escuela” de la Institución Educativa Ocuzca, en zona rural de Anserma (Caldas) expuso sus productos en el Foro Educativo Departamental 2025.
La educación en Caldas está viva, se pregunta, se transforma y se reinventa cada día. Este es el mensaje que deja el Foro Educativo Departamental 2025.
Así lo demostraron los docentes y estudiantes de distintas instituciones del departamento, quienes compartieron sus experiencias significativas, entre ellas, el proyecto “Agroindustria en la Escuela” de la Institución Educativa Ocuzca, en zona rural de Anserma (Caldas).
Durante su intervención, el docente Juan José Ibarra, líder del proyecto de la Institución Educativa Ocuzca, relató cómo esta propuesta nació en 2020 como respuesta a las necesidades del entorno rural de la vereda Maraprá, ubicada a dos kilómetros del casco urbano de Anserma.
“Por nuestro contexto rural nos dimos a la tarea de hacer más pertinente la educación. Queríamos que el aprendizaje tuviera sentido para nuestros estudiantes y sus familias. Así surgió Agroindustria en la Escuela, con cuatro líneas de trabajo: café, panadería, cárnicos y conservación de frutas y verduras”, explicó el docente.
Producción en fincas
- En la línea del café, las familias aportan tres kilos del grano cultivado en sus fincas, que luego los estudiantes transforman en la institución: realizan el tueste, la molienda y el empaque bajo la marca Café Mi Finca.
- En panadería, las estudiantes de grado noveno son las encargadas de preparar productos que se comercializan dentro de la misma comunidad educativa.
- El componente de cárnicos se articula con el proyecto “Galpón de la alimentación”, en el que los pollos de engorde son transformados en embutidos.
- La conservación de frutas y verduras de temporada incluye productos como encurtidos, antipastos, mermeladas y almíbares e, incluso, nuevas apuestas como la elaboración de dulce y mermelada a partir de la pulpa del café.
Innovación en el aula
Para el profesor Ibarra, esta experiencia demuestra que la innovación educativa también florece en las zonas rurales: “Todo parte de animarse a escribir y ejecutar proyectos. A veces los maestros evitamos hacerlo, pero cuando logramos formular una propuesta sólida, aparecen las instituciones que nos apoyan y el impacto en los estudiantes es enorme”, señaló.
El proyecto cuenta con el respaldo de la Secretaría de Educación de Caldas y la Alcaldía de Anserma, y se ha convertido en un ejemplo de cómo la escuela puede transformar realidades productivas y sociales a partir del conocimiento.
*Cortesía de Informador de Occidente.
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