LA PATRIA | Aranzazu*

La Escuela Normal Superior Sagrado Corazón de Aranzazu celebró con gran entusiasmo sus 110 años de historia y legado educativo. La comunidad escolar, exalumnos, exdocentes, padres de familia y el público en general, se unieron para conmemorar más de un siglo de compromiso con la educación y la formación integral.

Las celebraciones comenzaron con la fiesta del estudiante, donde los educandos disfrutaron de juegos, música y baile, el esperado Safari estudiantil, una actividad innovadora que permitió a los estudiantes explorar y aprender de manera interactiva, fomentando la integración y el trabajo en equipo con variadas actividades que incluían el recorrido por varios sectores del municipio de Aranzazu.

Esta experiencia fue una oportunidad para que los alumnos descubrieran nuevas facetas de su entorno escolar y fortalecieran su sentido de pertenencia.

Otra actividad destacada fue el Segundo Congreso Regional Educativo Formación inicial de maestros: “Un sello de identidad histórica”, un espacio de encuentro y reflexión donde docentes y expertos en educación compartieron sus conocimientos y experiencias. El congreso se enfocó en las

nuevas tendencias pedagógicas y la importancia de la innovación en los métodos de enseñanza, reafirmando el compromiso de la Escuela Normal Superior con la excelencia educativa.

La celebración no estaría completa sin un espacio para la familia. El Encuentro de familia normalista reunió a padres y docentes en un ambiente de fraternidad y alegría. Esta jornada estuvo llena de espacios formativos y culturales, promoviendo la unidad y fortaleciendo los lazos entre la comunidad educativa.

Durante la semana, se llevaron a cabo diversas actividades académicas, culturales y deportivas que reflejaron el espíritu de la Escuela Normal y su misión de formar ciudadanos comprometidos y líderes en sus comunidades.

El acto central de la celebración fue una emotiva ceremonia donde se destacó la trayectoria de la institución y se rindió homenaje a las generaciones de docentes y alumnos distinguidos que han pasado por sus aulas. Durante este acto, se resaltó la labor y el éxito de tres egresados ilustres: Sebastián Merchán Zuluaga, alcalde del municipio de Aranzazu para el período 2024 – 2027; Viviana Zuluaga Cardona, diputada de la Asamblea de Caldas para el período 2024 – 2027, y el presbítero Juan Carlos López Soto, sacerdote de la Arquidiócesis de Manizales.

Sus destacadas contribuciones en sus respectivos campos son un testimonio del impacto duradero de la formación recibida en la Escuela Normal.

Autoridades locales y exalumnos de distintas promociones se dieron cita para expresar su agradecimiento y reconocimiento a la labor educativa que ha caracterizado a la Escuela Normal Superior Sagrado Corazón de Aranzazu durante más de un siglo.

El rector de la institución, Gabriel Andrés Giraldo García, expresó su orgullo por el camino recorrido y su compromiso con seguir adelante en la misión de formar a las futuras generaciones. "Este aniversario no solo es una mirada al pasado, sino una oportunidad para renovar nuestro compromiso con la educación de calidad y la formación integral de nuestros estudiantes", afirmó.

La Escuela Normal Superior Sagrado Corazón de Aranzazu, fundada en 1914, continúa siendo un referente en la educación del departamento de Caldas, destacándose por su enfoque en la formación de docentes y su contribución al desarrollo educativo.

La Normal de Aranzazu exaltó a tres exalumnos: Sebastián Merchán Zuluaga, alcalde actual del municipio; Viviana Zuluaga Cardona, actual diputada a la Asamblea de Caldas, y el Sacerdote Juan Carlos López Soto.

Doble conmemoración

La celebración durante este agosto es doble para la Institución Educativa Escuela Normal Superior Sagrado Corazón, de Aranzazu. Una tiene que ver con los 110 años del centro de educación. Y la otra es la efemérides del arribo a ese municipio de la comunidad Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul.

Por eso, desarrollan actividades religiosas, sociales, culturales, deportivas y pedagógicas, en las que participan directivos, docentes, estudiantes y exalumnos.

Algo de historia

• El 3 de agosto de 1914 llegaron a lomo de mula 11 monjas de la comunidad Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, procedentes de Cali. Arribaron Vicenta Villegas, Isabel Cabrera, Josefina Bueno, Isabel Delgado, Cecilia Ochoa, Josefina Botero, María Luisa Osorio, Isabel Zapata, Micaela López, Josefa Vargas y Luisa Holguín.
• En ese entonces el padre Manuel Antonio Pinzón tenía la idea de fundar un plantel de secundaria para mujeres y encontró respaldo en las religiosas.
• 20 días después fundaron la escuela San Miguel, que empezó con los grados 1° y 2°. Luego se llamó Inmaculada Concepción, con primaria completa.
• En 1936, gracias al padre Carlos Isaza Mejía, se incursionó en el bachillerato con primero y segundo, ya con el nombre de Colegio Sagrado Corazón.
• En 1949 aprueban el tercero de bachillerato y en 1953 el cuarto, que hasta ese entonces era académico.
• En 1954, por idea de sor Alicia Domínguez, se le da orientación pedagógica y el colegio toma el nombre de Normal Sagrado Corazón. La aprobación oficial se da el 14 de abril de 1955. Ese año obtuvieron el título de maestras Marlene Orozco, Alba Aurora Jaramillo, Nhora Jiménez Herrera, María de Jesús Vásquez, María Melania Castrillón, Carmen Teresa Botero, María Fabiola Soto, María Dolores Morales, María Soleiba Echeverri, María Ruby Zuluaga y Mary de Jesús López.
• El 26 de octubre de 1962, con la ordenanza 012 de la Asamblea de Caldas, la Normal obtuvo reconocimiento departamental.
• El 30 de octubre de 1967 aprobaron bachillerato pedagógico y desde 1977 empezó a funcionar con el académico y el pedagógico.
• Desde su fundación y hasta 1979, la Normal fue exclusiva para mujeres; desde el año 1980 se convirtió en mixta.
• A partir de 1997, con el decreto 3012, ofertó dos años más de formación pedagógica a quienes concluían undécimo, a manera de Ciclo de Formación Complementaria, que se desarrolla en la actualidad.
• El 11 de octubre de 1999 aprobaron el programa oficial de formación de docentes. Desde entonces se empezó a llamar Escuela Normal Superior Sagrado Corazón, con la oportunidad de cursar los 12 y 13, entregando el título de normalistas superiores.
• La institución fue acreditada por el Ministerio de Educación en el 2003 mediante el acto administrativo No. 82. Desde el año 2010 implementara lo necesario para garantizar óptimas condiciones de calidad que le permitieran continuar prestando el servicio educativo de formación inicial de maestros y otorgar los títulos de “Bachiller académico con profundización en pedagogía” al culminar el grado undécimo, y, el de “Normalista Superior” al cursar y aprobar los 75 créditos académicos relacionados con la infancia en el marco de los ejes de investigación, formación, evaluación y extensión, propios del Sistema General de Formación de Maestros del país.
• Ha tenido reconocimientos nacionales: Pionera en el programa Escuela Nueva y Programa de Educación Familiar para el Desarrollo de la Infancia (Pefadi). En los 90 el Plan Educativo Institucional (PEI) fue valorado como sobresaliente, referente de Caldas. En el 2005, el concurso Galardón a la Excelencia, le hizo un reconocimiento por sus procesos de calidad, modelo para el desarrollo del sector educativo regional.
• Para el 2024 cuenta con un PEI que conjuga el ser y el querer ser para un periodo de desarrollo de seis años. Procura asegurar procesos y componentes por gestión desde una perspectiva de calidad total, que le aseguren su permanencia como formadora de ciudadanos y maestros y como referente departamental, regional y nacional.

Hijas de la Caridad

Las Hijas de la Caridad o Hermanas Vicentinas han sido protagonistas con la Normal, como docentes y directivas. También han aportado en el campo de la salud, pues en compañía del filántropo Manuel Gutiérrez Robledo fueron las primeras en entrar a atender los enfermos del hospital San Vicente de Paúl, una vez inaugurado en 1932. Estuvieron en esta institución, al igual que en el hogar del anciano Santa Catalina.

Ellas tienen como misión también servir a Jesucristo reflejado en los pobres y marginados. Por eso, organizaron grupos laicos como la Asociación de la Medalla Milagrosa, la Pastoral de la Salud, las Juventudes Marianas Vicentinas, las voluntarias Vicentinas AIC y Sociedad de San Vicente de Paúl, entre otros.

*Con información del Equipo de Comunicaciones de la Normal de Aranzazu.

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