Cultivo de hongos

Fotos /Julián García/LA PATRIA

La familia Grisales Araque cultiva y comercializa desde hace 15 años. Sacan al mercado su antipasto, ceviche, conservas, trufas. Contienen Registro Invima. En la transformación ayudan los hijos menores. Juan José y Miguel Ángel.

LA PATRIA/PALESTINA

La famiempresa Villalili, de Palestina (Caldas) no desperdicia nada del campo. Utilizan la borra del café, las zocas o los palos de estos árboles y la cascarilla del grano para abonar y nutrir el hongo orellana, que cultivan y comercializan desde hace 15 años.

Aunque utilizan algunos desperdicios del fríjol, de la caña, del cacao y del plátano, el nutriente principal son los derivados del café que abundan en Palestina, donde tienen ubicado el invernadero y la planta de producción.

La empresa

El emprendimiento es de la familia Grisales Araque, que decidió aprovechar el cultivo de esta seta comestible e incursionaron en la preparación de unos subproductos, incluyendo encurtidos, conservas, trufas, cebiches, atipastos, galletas, aceites aromatizados, sazonador y deshidratada.

Además tienen registro Invima, obtenido hace 15 años. También tienen Registro de la Cámara de Comercio de Chinchiná.

Los Grisales dicen que a mediano plazo buscan ampliar y tecnificar la planta de producción, pero para eso requieren un capital. Mientras tanto, seguirán sacando al mercado pequeñas cantidades de producto fresco y procesado.

El invernadero y punto de fabricación está ubicado en el conjunto residencial Colinas del Café, de Palestina. Antes funcionó en las veredas Trébol, Naranjal y en el casco urbano de Chinchiná. También cultivan el hongo Shiitake, pero la orellana es la que da mejor producción y más rentabilidad, aseguran.

Por experiencia

La idea del negocio surgió a raíz de que Marta Liliana Araque, fundadora de Villalili, es microbióloga, con especialización en micología (parte de la botánica que estudia los hongos).

La emprendedora contó que adelantó investigación en fungicultura, que es el arte o disciplina de cultivar setas y hongos en ambientes controlados. Además fue docente de la Universidad Sur Colombiana de Neiva.

Su experiencia en el campo de los hongos la hizo partícipe de la fundación de la Asociación Asofungicol, de producción y comercialización de hongos comestibles del Huila. Por eso cuando se retiró de la docencia montó su propio negocio de producción de hongos comestibles, pues ya tenía un basto conocimiento en ese cultivo.

Los productos los distribuye en tiendas saludables, en ferias y puerta a puerta, en los municipios de Manizales, Chinchiná, Palestina y Santa Rosa de Cabal (Risaralda).

La microbióloga comentó que el invernadero para el cultivo debe tener buena aireación, e iluminación y estar bien cubierto para evitar la presencia de plagas y roedores. “La cosecha necesita de mucha dedicación."

En la transformación de los subproductos emplea a dos madres cabezas de hogar, aunque también recibe colaboración de su esposo, Ricardo, y de sus hijos: Juan José y Miguel Ángel, quienes estudian en el colegio Santa Teresita, de Chinchiná.

Inicios

Los Grisales recordaron que el emprendimiento Villalili, lo iniciaron con $5 millones, plata que tenían de unos ahorros, por lo que hasta ahora no habían tenido la necesidad de acceder a recursos del Estado, ni de la banca, aunque insisten en que pronto los necesitarán. A mediano plazo proyectan conformar una granja demostrativa del cultivo y transformación de setas. Hoy dictan cursos de siembra y procesamiento.

Villalili ganó hace ocho días el premio Sello Rosa, y el dinero lo emplearán en fortalecer la unidad productiva.

Juan José asegura que su alimento remplaza la carne animal, pues contiene fibra, no es grasosa y es apta para el consumo humano. “Cuando acabamos de hacer las tareas ayudamos a empacar y a procesar, “recordó.

Él y su hermano Miguel Ángel asistirán este mes a una capacitación de emprendimiento dictada por Caldas Joven y además ya mostraron sus dotes de empresarios en la Feria gastronómica y hotelera, llevada a cabo el fin de semana en el Parque de Bolívar de Chinchiná, donde presentaron el producto y lo empezaron a comercializar.

En cifras y datos

  • El hongo produce la primera cosecha a los 20 días de sembrado.
  • 200 matas o tortas producen mensualmente unos 100 kilos de orellana.
  • Villalili procesa mensualmente unos 200 frascos de antipasto, conservas, trufas y ceviche.
  • El invernadero posee una dimensión de 20 metros cuadrados, para albergar unos 200 tortas.
  • El clima propicio para cultivar es de 18 y 24 grados Celsius, con una humedad de 90%.
  • Las esporas o semilla las compran en la Universidad de Caldas.
  • La orellana son hongos comestibles que se pueden preparar en infinidad de recetas con un alto valor culinario. Se destacan como una excelente fuente de proteína, con bajo contenido de colesterol.

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