LA PATRIA | MANIZALES

"Aunque este es un gremio democrático y por lo tanto cualquier productor, cualquier persona natural puede asistir a las reuniones y escuchar lo que se dice y dar sus opiniones, nosotros desde la institucionalidad cafetera no vamos a hacer presencia ni a esperar los resultados en lo que, considero yo, equivocadamente, llaman cumbre".

El planteamiento es del presidente del Comité de Cafeteros de Caldas, Marcelo Salazar Velásquez, quien cuestionó este encuentro que convocó la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica Flórez, para el 3 y 4 de abril en Bogotá, en la Universidad Nacional, bajo el nombre de "Gran Acuerdo Cafetero".

Salazar Velásquez insistió que en una cumbre se deben tener en cuenta a todos los actores, incluyendo públicos, privados e institucionales, y no solo una parte, razón por la cual la Federacafé no va a asistir a un evento al que no fue invitada.

Estado alterno

Resaltó que la Federacafé ha representado por cerca de un siglo al sector (97 años) y ha desarrollado diferentes proyectos en las 15 regiones cafeteras del país, con el respaldo de cooperativas y asociaciones de productores que han buscado el apoyo del gremio para ejecutar su objeto social. "Por eso creemos que la Federacafé es la representante legítima de las cerca de 540 mil familias cafeteras, pues además elige por voto directo y por un período de 4 años a los dirigentes gremiales, quienes son los representantes directos y legítimos de las bases cafeteras nacionales", indicó.

También recordó que en el Comité Nacional de Cafeteros históricamente se discuten y se han tomado las grandes decisiones de país, regidos por el mandato que se tiene de la administración del Fondo Nacional del Café (FNC). "De manera que no en vano es el ente legítimo y reconocido por el estado colombiano para tener la conversación de los temas cafeteros", indicó.

Solo cooperativas

El concepto fue ratificado por el delegado por Caldas al Comité Nacional, Eugenio Vélez Uribe, al insistir en que la única invitación oficial fue la que se extendió a las cooperativas y asociaciones de caficultores, independientes a la Federacafé.

Sostuvo que aunque estas son importantes y es valioso que asistan a este tipo de eventos nacionales, también se debe tener en cuenta que solo cerca del 15% de los caficultores están afiliados a estas.

"Si el Gobierno busca representatividad, debería tener presente a la Federación de Cafeteros y la dirigencia cafetera del país que, en el caso de Caldas, tuvo el respaldo de cerca del 80% de los cafeteros de la región".

Los cafeteros insistieron en los mismos llamados que le hicieron a la ministra de Agricultura, durante su visita a Chinchiná el 15 de marzo, donde resaltaron la representación y legitimidad del gremio para manejar la política cafetera nacional.

¿Son oligarcas?

En sus recientes declaraciones en Córdoba, el 22 de marzo, el presidente Petro arremetió de nuevo contra la Federacafé, al indicar que lo que pasa con ellos “es el ejemplo del robo del café por parte de la oligarquía”. También los señaló como culpables de que el negocio para los campesinos no sea próspero.

Al respecto, Salazar Velásquez sostuvo que es una sorpresa que en un gremio donde cerca del 95% son pequeños productores y el 5% restante son medianos se hable de oligarquía. "Los indicadores de pobreza de las zonas cafeteras son muy distintas a las del resto del país. Aquí ha habido progreso, puestos de salud, escuelas, carreteras, restaurantes escolares, acueductos rurales, electrificación, mejoramiento de vivienda y saneamiento básico por la Federación. Por eso no veo de dónde sale el presidente a hablar de oligarquía, cuando es aquí donde se ha construido país desde las bases", insistió.

Recordó que en los años en el que café generaba el 50% y el 60% del Producto Interno Bruto (PIB) del país se decía que la Federacafé era un Estado dentro del mismo Estado por su apoyo rural, y que se mantiene como el socio más importante para desarrollar planes, programas y proyectos en el sector rural. Reiteró que es el gremio, a través de los comités municipales y departamentales, el que ha construido obras y bienes públicos, incluso en las zonas de violencia, como Cauca, Nariño, Norte de Santander y el sur del Huila. "Entonces no ha sido el Estado el primero en llegar, es la Federacafé que sigue vigente y trabaja por defender las instituciones, buscando mejorar la calidad de vida de las cerca 540 mil familias", insistió.