Campesinos protestaron contra el proyecto Miel II, desde el lunes hasta ayer, cuando finalmente fueron atendidos.

Foto | Cortesía Richard Giraldo | LA PATRIA

Campesinos protestaron contra el proyecto Miel II, desde el lunes hasta ayer, cuando finalmente fueron atendidos.

LA PATRIA | MANIZALES

Campesinos del oriente caldense, de municipios como Samaná, Pensilvania, Marquetalia y La Dorada, tuvieron que protestar por cuatro días para que su malestar fuese atendido por entidades territoriales. Comenzaron un plantón el lunes y culminaron ayer tras lograr un acuerdo con las autoridades y con el proyecto Miel II. El temor de los ciudadanos es que el proyecto hidroeléctrico seque los ríos de la zona y los deje sin agua.

Miembros del Movimiento Ambiental Campesino, que viene manifestando su malestar con dicho proyecto desde el 2019, citaron a una movilización el pasado lunes. El plantón comenzó el 10 de julio, en la vía que de Honda (Tolima) conduce a La Dorada (Caldas), justo en la desviación hacia Victoria.

Los campesinos decidieron convocar a la protesta luego de que escucharon en medios de comunicación que un grupo de inversionistas coreanos estaba dispuesto a dar capital para Miel II.

La petición

Jhon Fernando Ramírez, vicepresidente del Movimiento Ambiental Campesino, sostuvo: "Se han desplazado cerca de 150 personas aquí. No queremos más proyectos mineroenergéticos en el oriente de Caldas y pedimos que se archive la licencia de Miel II. Con estas entidades nunca se sabe, ya les perdimos la confianza. Queremos que dejen de destruir al campesino y vulnerar nuestros derechos".

La protesta se levantó ayer tras lograr un acuerdo con la presencia del Ministerio de Minas y Energía, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y la Defensoría del Pueblo, así como delegados del proyecto.

Juan David Castaño Álvarez, miembro del Movimiento Socioambiental Cumanday, expresó que la desconfianza de las comunidad hacia Miel II obedece a las repercusiones que generaron otras hidroeléctricas, como la de El Edén en el corregimiento de Bolivia (Pensilvania), donde el campesinado asegura que hubo desplazamiento de familias tras la sequía de fuentes hídricas, a tal punto que la empresa se comprometió a pagar por 50 años las facturas del agua y luego el costo deberá ser asumido por la comunidad.

Los acuerdos

  • En un plan de acción se agruparon todas las exigencias del campesinado, entre ellas la revocatoria de la licencia ambiental para Miel II.
  • Reconocen a la comunidad como un tercero interviniente del licenciamiento ambiental del proyecto.
  • Habrá una segunda sesión de negociación el 25 de agosto en Samaná.
  • La ANLA se comprometió a que el 2 de agosto responderá las inquietudes sobre la licencia.
  • Se harán citaciones a las entidades gubernamentales con suficiente tiempo para que asistan a las reuniones.