Natalia Cano, directora del Festival Herencia Cimarrona, habló con LA PATRIA Radio sobre la segunda edición del evento en Santa Cecilia, corregimiento de Pueblo Rico (Risaralda) desde hoy (25 de octubre) hasta el 30 del mismo mes. Esto dijo:  

¿De qué se trata el Festival? 

El Festival de Herencias Cimarrona es un festival de muralismo que intenta reconocer los elementos culturales del corredor de Santa Cecilia, que geográficamente limita con el departamento de Chocó y Risaralda y pertenece al área del Chocó. 

Y que tiene una característica y es que es un corregimiento triétnico. Hay presencia de resguardos indígenas, también de poblaciones descendientes conformaba por un pueblo de Cimarrón y de población mestiza. 

Entonces la confluencia de estas tres etnias ha hecho del territorio un lugar extremadamente rico en temas culturales y también por la misma geografía, altamente biodiverso. 

Ha sido muy bello venir y encontramos historias, elementos culturales, personajes, rituales que existen y que son parte del patrimonio inmaterial cultural. 

Y gracias a la Asociación Herencia Cimarrona, que es nuestra contraparte en el territorio, hemos hecho un esfuerzo por preservar y conservar y sobre todo transmitir a la población más joven, a niños y niñas, esta riqueza. 

El muralismo es una de las herramientas que estamos utilizando, así como la creación de contenido con la intención de preservar la riqueza cultural que hay en el territorio.

¿Qué va a suceder en esta edición? 

Hay un componente muy especial y es que hemos logrado hacer alianza con una organización de Manizales, los chicos del Festival Narrativas Urbanas y otro festival llamado Mero Poder. 

Entonces vamos a tener artistas regionales, uno de Caldas, otro del Quindío, pero también tenemos artistas nacionales, tres de Bogotá y un artista de Santa Marta. En total van a ser siete artistas que van a venir hasta el territorio, más otros más de Pereira y se van a encontrar con un lugar completamente exuberante, lleno de cultura. 

Y un muro de 160 metros cuadrados que está a la entrada del corregimiento y que dentro de poco va a narrar unas historias muy preciadas para la comunidad.

¿Qué responde frente a los que creen que el muralismo es vandalismo? 

Nosotros lo hemos planteado de manera muy técnica desde un proceso de formación de audiencias. 

Entendemos que muchas personas pueden llamarlo vandalismo y que aquello proviene más de la práctica del grafiti. 

El grafiti es una práctica que se encuentra apropiada por una comunidad, que también hace parte de un proceso de apropiación y dentro de esa práctica existe una comunión, un lenguaje, unas prácticas y una especie de rituales que nos dan a entender lo que es la formación de una cultura urbana. 

Pero también es muy importante entender que no siempre el arte tiene un propósito de embellecer y decorar, sino que muchas veces el propósito del arte es también ser disruptivo, ser reflexivo, ser crítico. 

Dentro de nuestro proyecto hemos creado los espacios para explicar esto, explicar que es una práctica joven, es una práctica que también construye identidad y territorio. 

Escuche la entrevista completa aquí: 

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