LA PATRIA | VILLAMARÍA

Sobre las brasas de carbón al rojo vivo arden 44 abuelas o rocas volcánicas. El propósito es que generen vapor al contacto con el agua caliente.

De esta manera funciona el Temazcal de La Montaña, un sauna natural inspirado en tradiciones de México. En Caldas lo está implementando Sebastián Cifuentes, dueño del negocio.

Él narra que les dicen abuelas a las rocas porque son muy viejas y muchas provienen de la última erupción del volcán Nevado del Ruiz, en 1985. Las recogieron por el sector El Sifón, en la vía que conduce del Parque Nacional Natural los Nevados a Murillo (Tolima).

Añade que el Temazcal es novedoso, por eso lo quieren promocionar más.

En aras de hacerlo más llamativo, hace dos meses le cambiaron el nombre de Eneas por La Montaña porque el primero no sonaba bien, dice.

Esta empresa lleva cinco años en funcionamiento y está ubicada en la finca San José, en la parte alta del barrio La Floresta, de Villamaría.

Las abuelas o rocas volcánicas se calientan sobre brasas de carbón, en un horno de barro. Allí también calientan el agua con las plantas aromáticas.

Así funciona

Con carbón vegetal suben la temperatura de las abuelas en un horno de barro por ocho horas. Cuando están calientes, las arrojan a un orificio que hay dentro del Temazcal, que es una especie de caverna ovalada construida con adobe, cemento y barro.

A las piedras les arrojan un cocido caliente de plantas medicinales para que produzcan vapor. La terapia dura una hora y media.

Sebastián explica que el Temazcal funciona con lo que brinda la naturaleza. En cambio, el sauna tradicional es industrial y genera calor con electricidad o gas.

Orígenes

El negocio atrae al mes a unos 50 turistas y surgió por iniciativa de Jorge Humberto, papá de Sebastián, quien copió la idea de unos amigos que tienen un temazcal similar en Palestina (Caldas) para uso familiar, no comercial.

Jorge Humberto cuenta que construyó el sauna de manera empírica y se inspiró en el de sus amigos. “No he viajado a México a ver uno real”, reconoce.

Al habitáculo se debe ingresar con poca ropa. El propósito es que el cuerpo quede bien impregnado de los vapores y de las esencias de las plantas.

Capacidad

Dentro del Temazcal caben 12 personas sentadas.

En la finca San José antes ofrecían una caminata por un sendero ecológico y alojamiento, pero ese turismo se acabó en el predio.

Sebastián lo quiere recuperar y construir a mediano plazo un balneario.

Los turistas tienen contacto con la naturaleza en Temazcal de La Montaña, negocio ubicado en la parte alta del barrio La Floresta (Villamaría).

Ritual

El ritual de los visitantes empieza con la ingesta de una aromática de limoncillo o albahaca. Luego, se retiran las abuelas del fuego y cada participante pide un deseo.

La dinámica termina con el aroma de un sahumerio de mirra y palo santo.

En la parte baja del Temazcal funcionó una piscina salada hasta hace unos dos años. Sin embargo, no la volvieron a utilizar por el incremento del precio de la sal.

Las personas de la tercera edad y con dolencias articulares son quienes más frecuentan este sitio. En algunos casos, estos grupos pueden ver mejoras en su salud luego de recibir una o dos terapias de vapor.

Esta especie de sauna no es recomendado para personas que sufran de claustrofobia.

Sesión de terapia

• El interior de la caverna o gruta puede alcanzar unos 65 grados Celsius.
• Una hora y media dura la terapia medicinal.
• Las piedras o abuelas arden por espacio de ocho horas, encima de un bulto de carbón vegetal.

Costo de ingreso

$40 mil es el monto que debe pagar cada persona para ingresar al Temazcal de La Montaña.

Baños de vapor

Según la Real Academia Española (RAE), un temazcal es una casa baja de adobe donde se toman baños de vapor. El término es popular en El Salvador, Guatemala y México.

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