Fotos | Freddy Arango | LA PATRIA
Jorge Enrique Jaramillo Toro, coordinador de la brigada de primeros respondientes de la vereda Viejo Rioclaro, camina por la única vía de la vereda y a su lado izquierdo se evidencian los mapas informativos. Por ejemplo, con el de evacuación, la comunidad debe salir a la carretera y llegar a Nuevo Rioclaro. Ese será el punto de encuentro para que los censen de nuevo y saber si faltan personas.
LISET ESPINOZA
LA PATRIA | MANIZALES
Un megáfono, una camilla y un botiquín hacen parte de las herramientas que tiene listas Jorge Enrique Jaramillo Toro, coordinador de la brigada de primeros respondientes de la vereda Viejo Rioclaro, de Villamaría.
A ella llegó hace 17 años y sabe que en el pasado se afectó por la erupción del Nevado del Ruiz en noviembre de 1985. Como los scouts está preparado para lo que ocurra ante el nivel de actividad naranja del Cumanday. Por ello, una pared de una vivienda ubicada sobre la única vía que tiene esta vereda sirvió de tablero para instalar sobre ella tres mapas: el de riesgo de amenaza volcánica, el departamental y el que marca la ruta de evacuación con el fin de que la comunidad (unas 60 personas aproximadamente) permanezca informada.
"No tengo miedo porque hace dos años con el programa de la tercera fase del volcán con la UGR, Cruz Roja y el Observatorio Vulcanológico nos capacitaron y de ahí surgió la brigada que la conformamos cinco personas, y su función es que en caso de algún evento seamos los primeros en atender a la gente porque nos enseñaron primeros auxilios", dijo.
Esta zona también cuenta con un sistema de alarma y, según Jorge Enrique, la revisó la semana pasada Félix Ricardo Giraldo, jefe de la Unidad Departamental de Gestión de Riesgo. Asimismo, ayer hacían de nuevo revisión para que su funcionamiento fuera pertinente. "Aquí existe un protocolo, constantemente tenemos contacto con el vulcanológico y tenemos un grupo de WhatsApp en el que nos envían los boletines semanales y extraordinarios del Servicio Geológico Colombiano para saber cómo está el volcán. Estamos tranquilos y capacitados para una emergencia", comentó.
El río Claro desemboca en el río Chinchiná y este a su vez en el río Cauca. Este es un sistema de monitoreo del río Chinchiná para evitar tragedias.
Sobreviviente
William Suárez Aristizábal es el único habitante que vivió la tragedia de Armero y que vio la resurrección de su vereda. Recordó que en noviembre de 1985 el Ruiz "comenzó a molestar" en junio y julio y que Ómar Gómez, director de la época de la Defensa Civil, los visitó para instalar unas señales para saber por dónde evacuar. "El 12 de septiembre hubo mucha ceniza y el 13 de noviembre (día de la erupción) me estaba tomando unos guaros cuando el celador del colegio me preguntó si escuchaba algo extraño y le dije que no, pero luego se fue la luz y la gente comenzó a correr porque la avalancha se llevó el puente del ferrocarril y las casas de las familias Martínez, Grisales, Vargas, Duque y aquí estamos gracias a Dios", comentó William.
La experiencia lo hace estar tranquilo, pero no relajado porque debe estar pendiente de la alarma o de cualquier ruido extraño porque el Ruiz como dice él de nuevo "empezó a molestar".
Lo ocurrido ayer
*John Makario Londoño, director de Geoamenazas del Servicio Geológico Colombiano, dio ayer, a través de una rueda de prensa virtual, un reporte e indicó que no se puede bajar la guardia porque el Ruiz continúa con una inestabilidad importante en su actividad sísmica. "Ayer (lunes) se registraron 5000 sismos y eso es mucho para un volcán en un solo día. Hoy (ayer) también se registró lo mismo. Se siguen localizando al suroccidente del cráter a una profundidad de 3 y 4 kilómetros. Lo otro característico es la liberación de gas y ceniza que en estos últimos días es más continua".
*El gobernador de Caldas, Luis Carlos Velásquez, lideró ayer un Comité Departamental de Salud para verificar la capacidad instalada en cada hospital y articular acciones para una oportuna atención en caso de una eventual emergencia con el Ruiz. Asimismo, indicó que toda la red pública (29 hospitales) está articulada para apoyar cualquier contingencia y reiteró que la red hospitalaria está en alerta naranja desde el pasado viernes. “Hemos acordado con todos los gerentes que el Centro de Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE) que, en caso hipotético de tener una erupción, este pasaría a manejar todas las camas disponibles del departamento. Hoy tenemos 1.108 camas para adultos y 198 camas pediátricas”, dijo Velásquez.