La discusión se alargó por dos minutos mientras se debatía el impacto de los cultivos de aguacate Hass en la calidad del agua en Caldas. Habla una asistente. La Alcaldía de Aranzazu señala que hubo ataques verbales contra el gobernador, Henry Gutiérrez. Un opositor dice que las críticas fueron con respeto.

Fotos | Diego Salgado | LA PATRIA

La discusión se alargó por dos minutos mientras se debatía el impacto de los cultivos de aguacate Hass en la calidad del agua en Caldas. Habla una asistente. La Alcaldía de Aranzazu señala que hubo ataques verbales contra el gobernador, Henry Gutiérrez. Un opositor dice que las críticas fueron con respeto.

LA PATRIA | MANIZALES

La tensión se alargó por horas en Aranzazu (Caldas) el pasado sábado (8 de marzo). Se debatía el impacto de los cultivos de aguacate Hass en la calidad del agua en el norte y el centrosur del departamento.

A las 8:30 a. m., autoridades y ciudadanos entraron a la Institución Educativa Pío XI con ánimos conciliadores. La salida, a las 3:00 p. m., mostró nuevas grietas en la relación de las partes.

"Gracias, Wakate, por la escuela pintada y el poquito de agua que nos dejan contaminada", decía una pancarta.

 

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Así se vivió el momento de tensión entre ciudadanos y autoridades en Caldas

De izquierda a derecha: Dalila Camelo Salamanca, delegada del Ministerio de Ambiente; German Alonso Páez Olaya, director de Corpocaldas; Henry Gutiérrez Ángel, gobernador de Caldas, y Sebastián Merchán Zuluaga, alcalde de Aranzazu.

"Basta ya. Corpocaldas, ¿a favor o en contra del pueblo?", decía una pancarta. "Gracias, Wakate, por la escuela pintada y el poquito de agua que nos dejan contaminada", remataba otra.

Así recibieron campesinos al gobernador de Caldas, Henry Gutiérrez; a Sebastián Merchán Zuluaga, alcalde de Aranzazu; a Óscar Eduardo Alzate Cano, alcalde de Filadelfia; a delegados del Ministerio de Ambiente y a la Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas).

La conversación tuvo diferencias, pero no inconvenientes. A las 10:30 a. m., el gobernador y los alcaldes salieron del recinto para visitar la vía Partidas - Salón Rojo - La Paila, un punto crítico de derrumbes.

María Cielo Román, líder social de Neira, relata que los mandatarios salieron sin avisar: "Mis compañeros empezaron a decir: 'Vámonos' ".

Juan Martín Serna, concejal de Aranzazu y, defensor de derechos humanos y representante de la comunidad, detalla que la intervención de la comunidad y las veedurías no fueron escuchadas por los mandatarios.

El malestar creció en el colegio cuando se le negó la palabra a la concejala de Aranzazu Alba Lucía Gutiérrez García (Partido Conservador). Luego, la concejala lamentó que no estuvieran la empresa Wakate ni los gobernantes. "En ningún momento hubo manifestación alguna con nombre propio de ningún alcalde y tampoco del gobernador", señaló Serna.

"Estaban diciendo que nos faltaron el respeto. Wakate [empresa aguacatera] ni siquiera fue", comenta María Cielo Román. 

Por dos minutos, los presentes dieron rienda suelta a la tensión que llenaba el ambiente. Según Román, la reunión estuvo a punto de levantarse por pedido de la concejala de Aranzazu Alba Lucía Gutiérrez García (Partido Conservador), hasta que se retractó y les solicitó a los campesinos quedarse.

Hasta el gobernador se disculpó al regresar: "Si alguien se molestó, presento excusas. Esas no son nuestras formas. Uno tiene que ser laxo, tranquilo y relajado. Vinimos a un foro a charlar".

La conversación continuó hasta las 3:00 p. m., pero una herida quedó abierta entre las aguacateras y campesinos.

 

Dice que hay un mico en la concesión de agua

“La concesión que solicitó Wakate se la otorgaron para uso doméstico (consumo humano) y agrícola. Al confrontarse con la concesión de Pan de Azúcar de Neira y Muela, Buenos Aires y Campoalegre de Aranzazu, esta es de uso agrícola (a pesar de que es utilizada para uso humano). Esto implicaría que en épocas de escasez de agua, el derecho al agua de la empresa Wakate primaría sobre el de las comunidades. Esta situación se torna fuera de toda lógica y en detrimento de las comunidades rurales y campesinas", dijo el concejal Serna.

Por último, insistió en que comunidad, líderes y veedores participaron con respeto en el encuentro. 

 

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La versión de la Alcaldía de Aranzazu

La respuesta del alcalde de Aranzazu, Sebastián Merchán, no tardó. Luego del encuentro, la Administración publicó un comunicado para dar su versión: rechazó la actitud "hostil y grosera" de algunos miembros de la veeduría ciudadana.

También cuestionó que hubo ataques verbales contra el gobernador de Caldas y contra los dos alcaldes presentes. La Alcaldía describió un "ambiente tenso enmarcado en la hostilidad ante los mandatarios y los demás participantes".

Sin mencionarlos directamente, la Alcaldía señaló a dos concejales que integran la veeduría ciudadana de Aranzazu por incitar a los participantes a retirarse. Los dos políticos señalados serían Juan Martín Serna Gómez (quedó de segundo en la elección de alcalde) y Alba Lucía Gutiérrez García.

"Estas reprochables actuaciones se dieron durante la ausencia momentánea de los alcaldes y el gobernador para la visita al punto crítico Partidas - Salón Rojo (...) con el fin de tomar decisiones (...) y traer decisiones", reza en el documento público.

 

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